28 Oct
Cobertura en Estados Unidos, inacción en México y el intento colombiano: La pederastia en las escuelas

Hace unos días publiqué por esta red que me llamaba la atención la cobertura mediática hacia las maestras que tenían "romances" con sus alumnos. Me pregunté si era por morbo (y con ello generar rating) que se daban cobertura a este tipo de incidentes, ya que los casos de profesores varones, aunque existen, no se difunden en esa proporción.

Pues bien, ha llegado a los medios otro caso más: El de la profesora de biología de una preparatoria de Texas, Ashley Zehnder, de 24 años de edad, quien fue delatada por un alumno de 17 años con el que mantenía relaciones sexuales y quien compartió con sus compañeros una 'selfie' de ella desnuda.

Me gustaría creer que este tipo de casos quizás hagan voltear a la gente a un gran problema que parece preferimos esconder en el closet y hacer como que no existe: el acoso consentido en las escuelas.

Este tema es importante porque en México estos casos no son conocidos o incluso se hace caso omiso, solo salen a la luz en la prensa y con objetivo morboso, ni siquiera se sabe el número de casos que hay en cada año ni existe un proyecto de campaña como en el caso de Colombia, país en el que hace unos años se realizó una campaña que alerta a jóvenes escolares sobre el riesgo de confundir admiración con atracción hacia sus maestros.

Es necesario aclarar que la pedofilia escolar consentida no es como el abuso sexual típico en que la víctima es obligada, sino que se refiere a un abuso sexual consentido, ya que los alumnos no mantienen relaciones con sus docentes por chantaje o para mejorar la calificación o por amenazas, sino lo hacen voluntariamente por el “amor” hacia el maestro, y aunque sean biológicamente maduras, emocionalmente no lo son y aprovechando esto, los maestros con poca ética o civismo, seducen a esas adolescentes que se sienten "enamoradas".

Este es un problema real que es obviamente ético pero que no se le ha dado tanta importancia debido a que los papás ingenuamente creen que en la escuela sus hijos están a salvo y en "buenas manos" de los maestros, sin saber el embrollo en que pueden estar metidos y que las autoridades responsables en México no han tratado este problema, al menos no hay datos, a diferencia de lo que pasa en Colombia, menos una campaña. Además en nuestro país a, aunque se quisiera denunciar el problema, legalmente no sería posible a menos que fueras el padre o tutor de la menor. 

Te comparto el texto del reportaje de "El Tiempo" de Colombia en 2012. Un enlace a la publicación original está al final.


Los peligros de cuando se 'ama' al profesor

Campaña alertará a jóvenes sobre el riesgo de confundir admiración con atracción por sus docentes.

Por: REDACCIÓN VIDA DE HOY  08 de septiembre 2012 , 05:06 p.m.


La detección en los últimos tres años de 59 casos de acoso y abuso sexual de docentes a estudiantes de colegios públicos de Bogotá -16 de ellos involucran a menores de 14 años- llevó al Distrito a emprender una nueva campaña, que se pondrá en marcha en las próximas semanas, y les enseñará a los adolescentes cómo cuidar y proteger su cuerpo y cómo estar prevenidos ante estas situaciones. A los educadores, por su parte, les recordará su rol como figuras de autoridad.


La cifra que encontró el Distrito incluye casos que comenzaron con el 'enamoramiento' de estudiantes, particularmente mujeres, que terminaron en enredos sentimentales con sus maestros. No es un asunto menor. Incluso, según los casos, puede catalogarse, a la luz de la leyes existentes, como un abuso sexual y de poder, pues el adulto alimenta estas relaciones.


Según el psiquiatra Rafael Vásquez, especialista en infancia y adolescencia, no se puede olvidar que los adolescentes corren el riesgo de sentirse atraídos por un adulto, en especial por su profesor.

Sin embargo, un maestro coherente y consciente de su rol -dice el psiquiatra Christian Muñoz- pone límites a la relación con sus alumnos y entiende que, en la mayoría de los casos, se trata de una idealización más que de un enamoramiento. Dice el experto que un adolescente fácilmente confunde la admiración con la atracción y puede tener algún gesto que podría ser malinterpretado por el docente.


Pero el adulto es quien debe aclarar las emociones y los sentimientos de sus estudiantes y tener presente que son personas en proceso de formación afectiva, que no siempre logran identificar qué están sintiendo, afirma Muñoz. "Uno no puede negar que una joven se enamore de su profesor, pero este es responsable de su actitud frente a la situación -sostiene Patricia Buriticá, asesora de la Secretaría de Educación-. Nunca será admisible que se excuse en que la niña se le insinuó, pues él tiene la obligación de orientarla, protegerla y respetarla, ya que se trata de una menor de edad".


Incluso, las normas son claras en que, en una relación afectiva o sexual entre un adolescente y un adulto, la conducta previa del menor de edad no puede establecerse como atenuante de la situación ("es que me coqueteaba").


Frágiles emocionalmente

Algunos de los jóvenes que terminan involucrados sentimentalmente con sus profesores, agrega Vásquez, tienen necesidades afectivas que van más allá de la fraternidad del maestro. "Es posible que estas relaciones las inciten la soledad, el vacío afectivo y la necesidad de identidad de los jóvenes -advierte la psicóloga Isabel Bettín-. Los adolescentes con baja autoestima y que se sienten abandonados son más frágiles emocionalmente, y hay profesores que se ven atraídos por esta vulnerabilidad". Pero esta relación siempre es de poder y desigual, explica Vásquez, pues mientras el adolescente busca quién lo proteja, el adulto convierte su necesidad en una relación amorosa, en la cual él tiene el poder de decisión.

Ellas son más vulnerables

Las chicas pueden sentirse utilizadas

Los estudiantes de colegios exclusivamente femeninos o masculinos, según el psiquiatra Christian Muñoz, son mucho más proclives a idealizar la relación con sus profesores. "Ocurre con más frecuencia que ellas se sientan atraídas por sus profesores; los ven como amigos", dice la psicóloga María Claudia Abello. Estas relaciones siempre terminan mal y afectan, particularmente, a las adolescentes.


La nota original, aquí


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