Cuando hay interés se nota... y cuando no, se nota más

Hay ciclos que se repiten y que hay que decir adiós si son tóxicos

Una relación, de amistad o de las otras, se da cuando hay mutua confianza, lealtad y comunicación. Pretender extenderla por costumbre, comodidad o remordimiento es un equívoco y una pérdida de tiempo. ¿No les ha pasado que pese a estar muy ocupado una amistad (o posible relación en construcción) te reclama por tu supuesta falta de atención, haces el esfuerzo por estar en contacto y al poco tiempo sus mensajes empiezan a ser mas escasos y terminan dándote, si bien te va, un "like" semanal mientras llenan de "me encanta" otros perfiles? ¿Para que entonces tanto reclamo?

Cuando me pasa esto, afortunadamente no muy seguido, recuerdo cuando cursaba 3° de secundaria (cuando crees en el amor y eres bien... ingenuo) y tuve mi primera relación de noviazgo que de pronto estuvo en problemas. Como adolescentes, ambos cometimos errores pero algo que no me agradó fue el que (no sé si por celarme o por su carácter) ella contestara "bonito" las publicaciones de los tipos que la buscaban románticamente y les publicara hasta con "emoticones" (no, en ese entonces aun no existía en fb el "me encanta"). Te explico que no hizo pública la relación pretextando que sus padres "no le daban permiso" pero tampoco hacía por decírselo a estos tipos, principalmente a uno que era muy insistente y que dijo tener interés en ella.

Para no presionarla, le dije que era mejor que ella le explicara que tenía una relación aun cuando no especificara con quien o que si prefería yo le decía. Como supuse, ella quedó de decirle "en el momento que viera conveniente" y no toqué mas el tema, confiando en ella. Dos meses pasaron, la relación no estaba muy bien y un día vi en twitter que ella le publicó algo como "te quiero mucho y te extraño" en uno mas de sus ¿coqueteos?, ¿"picones" para celarme? para con este tipo, como hacía ya con otros. Si te preguntas porque insistía en seguir con alguien así la respuesta es obvia: joven y enamorado, no razonas solo te guía el corazón. Pues bien, le hablé por teléfono al tipo y de la manera mas correcta le explico que aunque teníamos problemas seguía en una relación con esta chica y que nos diera espacio para resolver nuestros problemas.

De dientes para fuera me dijo que si, que no había problema pero poco tiempo después me llamó mi novia mega-super-enca...nijada reclamándome "que porque yo le había dicho al tipo que andábamos si ella era la que tenía que haberle dicho" ¡Ahí me enteré que en dos meses nunca le dijo nada! Le expliqué que suponía que ya le había dicho y que fue motivado por su post en twitter. Pues nada, que ni su publicación, ni el que en tanto tiempo nunca explicó al tipo su situación sentimental, entre otras cosas, valían: Para ella lo terrible, lo inconcebible, lo censurable es que yo le hubiera revelado que éramos novios. De eso se agarró para reclamarme y nunca aceptó su parte de error en todo ello.

Como adivinarás pese a mis esfuerzos, la relación estaba en caída libre y terminó estrellándose poco después. En el intervalo vi y viví cosas como sus "indirectas muy directas" en facebook y twitter, que me dijera "estamos bien" y al momento siguiente me dejara de hablar, que se abrazara con otros en la escuela, que me cancelara o que me dijera que "no podía salir" pero si fuera con algunos mas a pasear, que propiciara "bromas" que eran mas bien burlas y que cuando yo entendía que no funcionaría, me ilusionara de nuevo con un "te amo", para después volver a ignorarme mientras contestaba en facebook las insinuaciones de los que se interesaban en ella.

Te tengo que decir que no, no fui una pareja perfecta, cometí errores, quizás el mayor luchar por una causa perdida. Tal vez esa primera experiencia explica porque no tan fácilmente doy toda mi confianza como hacía antes o porque ya no doy tantas oportunidades cuando alguien me queda mal... como cuando juran te hablarán mas y no, o que eres alguien importante pero tienen mas contacto con el tipo que dijeron alejarían, pero nunca pasó.

Y no, ya no me hago mala sangre. Gracias a esa mala experiencia aprendí que la vida sigue y que quien quiere recorrerla contigo es bienvenido y quien no, que siga su propio camino. Hay mucho por hacer para detenerse por quien tiene otros intereses, otros caminos. A otra cosa

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