Explicación no pedida, culpabilidad manifiesta
Sabía que haber dado prioridad al trabajo fue lo que trajo problemas y al final hizo terminara la relación, por ello, le reconoció que le buscara para arreglarse y empezar de cero nuevamente. Trató de estar mas pendiente de sus mensajes, le contestaba lo mas rápido posible e incluso fue a buscarla a su universidad sin tener la certeza de que lograría verla pero finalmente pudo estar con ella un breve momento. Creyó le vería en vacaciones pero su eterno "estoy ocupada" debió prevenirlo de lo que vendría después. Siempre le molestó el no poder verse después de que dejaron de ir al mismo colegio. Pensó que cambiaría después de su breve separación, pero parecía que no iba a ser así, por ello se emocionó cuando ¡al fin! ella aceptó verlo y salir.

El sencillo regalo que le compró para Navidad (unos chocolates con unas paletas de malvavisco y una tarjeta) que no pudo darle tampoco en Año Nuevo ni Día de Reyes se lo daría con un abrazo, un abrazo que esperaba le dijera todo lo que la quería y extrañaba. El día anterior a la fecha acordada para salir, él le llamó para decidir donde se verían, pero ella dijo, otra vez, que estaba ocupada, la disculpara y que después se pondrían de acuerdo para salir.

No se imaginan la gran desilusión que se llevó, le dio vergüenza que sus papás le dijeran: "¿Qué no ibas a salir? Estuviste esperando este día por semanas" y tener que contestarles con una falsa tranquilidad que la salida se suspendió pero que próximamente si habría. Esperó un tiempo prudente pero al no recibir algún mensaje, él le mando uno para platicar y ponerse de acuerdo nuevamente. Lo dejó en visto, pero no se preocupó, pensando que estaría viendo algo de la escuela.

Pasaron los días y no hubo contestación así que mandó otro mensaje que también se quedó en visto. Se preocupó, pero una visita a las redes de ella, le hicieron ver que tenía actividad, así que al menos sabía que estaba "bien", aunque vio con molestia que en las últimas semanas ella llenaba de "me gusta" y "me encanta" las fotos de sus "amigos" quienes no ocultaban su interés en dejar de serlo para ser "algo mas que amigos".

Así las cosas, le envió un tercer mensaje que esta vez ni siquiera en visto dejó. Estaba desconcertado, desilusionado y por un momento pensó en contactarla por otras redes pero al final consideró, recordando el final de su primer noviazgo, que él no había dado motivo para ser tratado así y que si bien hay que hacer a un lado el orgullo por quien quieres, nunca la dignidad. No envió mas mensajes, pero en el fondo esperaba que ella le contactara para contarle de alguna bizarra dificultad que le habría impedido hablarle, mas nunca sucedió.

Pasaron los días, semanas, un mes, después el segundo... y varios mas hasta que se juntaron seis ¡medio año sin contestar un mensaje! En ese tiempo entraba de cuando en cuando a sus redes y veía que subía sus fotos tan tranquila, viéndose feliz en sus salidas o con sus amigos en la universidad y ahí empezó a aceptar que ella tenía otros intereses, que a él no lo veía en su vida ni le importaba ya que prefirió "desaparecer" a decírselo o darle un adiós.

Se dio cuenta que no era sano entrar a sus redes y hacerse mala sangre con lo que veía, por lo que una a una, durante varios días empezó a dejar de seguirla. Si, en el fondo seguía teniendo la esperanza de obtener una reacción de ella si se daba cuenta, que quedó en una solicitud de Instagram que no aceptó ¡ni un mensaje o llamada, solo el derecho a ver sus fotos!

Abatido, trató de seguir adelante pero después de haber pasado la mala experiencia de su primera relación que terminó sin un adiós, mucho menos una explicación, estaba consciente que tenía que cerrar el ciclo para que pudiera dar vuelta a la página y seguir adelante, así que decidió escribirle una "carta" por una de las redes en la que explicó, mas o menos, lo que en este relato se ha reseñado y sus sentimientos sobre ello.

No sabía si la leería ni mucho menos si le contestaría pero era una forma de decir su sentir y no guardárselo, por lo que con cierta sorpresa vio las notificaciones de que tenía un mensaje. Como la vez anterior, en su primer "rompimiento" ella agradeció el texto y finalizó con una petición: "Me dijiste que no mas notas pero hay unas cosas que quiero decirte. Por favor, ¿puedo decirlas?" No le pareció una buena idea, pero con la idea de que tal vez ella quisiera también sacar el sentimiento, dar su versión antes de continuar y por el recuerdo del cariño que le tuvo (¿o tenía?) le dijo que si.

Un día después recibió seis mensajes, pero que solo lo desilusionaron mas. Esperaba una buena explicación y ésto recibió: El primer mensaje era un ¿regaño? ¿consejo? de que si vio que no le contestaba ¡le enviara otro mensaje señalando su molestia! Lo bueno es que ella, señaló, lo entendería. ¿Cómo va a responder un mensaje de que no lee los mensajes, sino los lee? Creo que es lógico entender que cualquiera estaría molesto si no le contestan uno, dos o tres mensajes en uno, dos o seis meses ¿En serio? ¡No lo podía creer!
El segundo mensaje básicamente se puede traducir como un "Tenía preocupaciones y tú no estás en mis pensamientos. No te veo ya como amigo para contarte mis problemas, pero no fue correcto dejarte plantado". Se empezaba a ver que la confianza, la amistad, para ella, se habían ido.

El tercer mensaje resultó una verdadera joya: "Me importas (¿a pesar de haber dejado seis meses sin responder su mensaje?) tan es así que cuando te vi en la calle te iba a hablar... pero algo mas surgió y me fui. (Y no se le ocurrió responder el mensaje o mandar uno con el "te vi"?)
El cuarto y quinto mensaje se pueden resumir en un "Quiero que seas feliz (si sabes contar, no cuentes conmigo: sin mi) búscate amigos y trabajo, te vas por la sombrita (cuídate) y si me necesitas HÁBLAME POR AQUÍ (refiriéndose a la red social por la que envío los menajes) ¿Significaba no mas mensajes por WhatsApp, no llamadas, no te aparezcas en mi escuela?

La cereza del pastel fue el sexto mesaje  " :) " los dos puntos y el paréntesis de la "carita feliz" (como su primera relación también cerraba sus mensajes, por cierto) ¿Éstas fueron las cosas que tenía que decirle y que se presuponía eran importantes? Breves y desilusionantes textos para él, si acaso el comprobar que no fue del todo sincera para aceptar que sus intereses cambiaron y decirlo directamente.

Con la desilusión, la confianza que aún le tenía se diluyó y decidió dejar sin contestar esos mensajes, no por ira o por venganza, sino porque después de ver que no era ya quien alguna vez fue su amiga mas querida, quien se ganó un lugar especial que otras contemporáneas a ella quisieron llegar y no pudieron, era mejor dejar las cosas así, para no ensombrecer aun mas el recuerdo de lo que fue... y la esperanza que se perdió.


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