¡Y no solo les pasa a las mujeres! Recuerdo cuando cursaba el primer grado de secundaria cuando una compañera del salón un día me suelta el: "Quiero hablar contigo", nos fuimos a un lugar sin gente y me suelta el discurso de que sabía que me gustaba (lo que no era verdad), que le gustaba tal chico de la clase (que nunca la peló), y que cortáramos la amistad.
Todo eso pasó en menos de un minuto y en ese entonces era muy tímido e inexperto por lo que, sorprendido me quedé callado y antes de que pudiera formular una respuesta, la susodicha se fue... y nunca más volvimos a cruzar palabra.
Claro, ya una vez pasado el estupor del momento pude hilvanar las ideas y me quedé con la respuesta que nunca le dije: "Discúlpame por tratarte con cortesía, no lo hago por algo especial o motivado por un sentimiento hacia ti. Te trato con respeto y cordialidad porque así me educaron en casa, lamento que en la tuya no conozcan tales modales, pero no te preocupes, coincido en que es mejor "cortar" la amistad con alguien que no sabe distinguir entre caballerosidad de algo más"
No, nunca tuve la oportunidad de decírselo, pero te comparto la anécdota... y sí, sigo tratando con cortesía a todos y a todas, y hasta ahora no me he topado con alguien como esa chica.