Se dice que el general Álvaro Obregón, metido a la política alguna vez dijo: "Aquí todos somos un poco ladrones. Pero yo no tengo más que una mano, mientras mis adversarios tienen dos". El 2 de junio de 1915 el Gral. Álvaro Obregón perdió el brazo derecho al estallarle una granada de la artillería villista. Si bien este hecho ocurrió en Santa Ana del Conde, León, Guanajuato, Obregón fue apodado "El Manco de Celaya".