Esta curiosa formación que semeja un corazón no tiene nada de romántico: es el momento en que un protozoo flagelado Lamblia Giardia se divide al reproducirse por fisión binaria. Es el causante de una amplia variedad de síntomas gastrointestinales (náuseas, vómitos, malestar general, flatulencia, cólicos, diarrea, entre otros) y la infección por parásito más común de los seres humanos en todo el mundo.
Así que si no quieres tener este indeseable huésped, no te olvides de lavarte las manos antes de comer, después de cambiar pañales, ir al baño o tocar animales domésticos, no comer frutas crudas o sin pelar y verduras cultivadas en condiciones en las que puede ocurrir la contaminación por Giardia y beber sólo agua que haya sido potabilizada en plantas de tratamiento.