- Anónimo
Soy fuerte porque fui débil, estoy en guardia porque fui traicionado, me río porque estuve triste y vivo el día de hoy porque el mañana no es seguro.
He tocado fondo y he podido sentir la dureza del suelo que antes pisaba, la vida me ha mordido con fuerza, he sido, soy y seré una persona vulnerable, he sufrido en mis pies verdaderos desgarros, he sentido mi corazón quebrantado por la injusticia y la traición, he esquivado menos golpes de los que he recibido.
Conozco el miedo y la desesperación tan de cerca que no he tenido más opción que confrontarlos. He impedido que el sufrimiento me quite la vida de forma prematura y todavía lucho por quitarme de la espalda el lastre que supuso en su momento el desequilibrio emocional que me sometió.
De todo ello me levanté y resurgí, por eso ahora estás ante una persona fuerte que tuvo y tendrá momentos de debilidad. No me escapo a ellos y estoy dispuesto a aceptar lo que me depare el futuro con entereza.
Me he dado cuenta de que cuando de verdad aprendemos es en lo momentos en los que se nos complica la vida. No podemos ir a la primera página de nuestro libro y rehacerlo todo de nuevo, así que lo importante es buscar una manera de renacer y seguir escribiendo nuestra historia.