La mejor versión de tí

Ya era cerca de la medianoche, otro día se fue. Había sido otra jornada con la misma rutina de ir a clases, regresar a casa, hacer tareas, intentar organizar equipos de trabajo, checar las redes y responder los chats de los diversos grupos que seguía. En un rincón "La misteriosa llama de la Reina Loana", el libro que su padre le recomendó a inicio de año yacía abandonado. Lo había empezado a leer y aceptó que tenía un comienzo intrigante, pero no pudo continuar leyendo.

- No tengo tiempo, se decía, en vez de reconocer que no estaba motivado para leer. Decidió abrir la red que le distraía y en la que no sentía la presión de hacerse presente para sus "amigos virtuales", sólo likeaba o compartía lo que le parecía divertido, interesante o nuevo para él. Estuvo un rato viendo su Time Line hasta que otra rutina se hizo presente... y tecleó el nombre de usuario que tantas veces, otras noches, había escrito para entrar a su perfil.

Desde que se ella se alejó, primero de sus redes y después dejó sin contestar sus mensajes, también dejó abandonada su cuenta en la red de microblogging. Era el último agujero digital por el que podía saber de su vida, aunque sabia que atisbar en su perfil no era lo mejor para él. Con sorpresa vio que su cuenta tuvo actividad. Ella replicó un post que tiempo antes publicó uno de sus tantos "admiradores" que la pretendían en la universidad quizás con la intención de justificar su silencio, que en su óptica, solo fue el rompimiento de la promesa de empezar de cero y con ello demostrar que contrario a su dicho no le fue importante. El texto en cuestión fue el siguiente:

"Aunque seas la mejor versión de ti, nunca seras suficiente para la persona equivocada .

Y aunque seas la peor versión de ti, siempre valdrás la pena para la persona correcta"

A la decepción tras ser evidente ese burdo "ghosting" con todo lo que esto implicaba, se sumó el convencimiento de que ella cambió sus intereses, que el cariño se desvaneció y que no quiso plantarle cara para reconocerlo. De la jovencita honesta y directa que conoció solo quedaba el recuerdo.

- ¿Persona equivocada, dices? pensó como respondiéndole a ella, tal vez, no soy perfecto ni pretendí serlo. Reconozco que abarqué mas de lo que podía manejar y que desatendí mis intereses personales: Mi propia salud, mi desempeño escolar... y lo que teníamos y que nunca definimos. Para eso íbamos a empezar de cero... o eso es lo que entendí.

En la soledad de su habitación iluminada solo por el reflejo de su laptop, las cadenas que aprisionan la razón y hacen que idealices a la persona que quieres bien se empezaban a romper y poco a poco la verdad se le fue revelando:

- Y... si soy la persona equivocada, significa que ya tienes o por lo menos para ti existe una "persona correcta", continuó reflexionando, pero ya que lo planteas en esos términos ¿conocí la mejor versión de ti? Veamos... muy poco después de iniciar una nueva etapa entre los dos ¿no te besó mi mejor amigo y nunca hiciste por separarlo? De hecho recuerdo que dijiste "besa muy bien". Yo como persona equivocada o peor versión para ti, tú elijes, me porté muy mal contigo: traté de entenderte, te renové mi confianza y seguí adelante intentando construir contigo algo.

La verdad, continuó recordando, siempre fue un problema obsequiarte algo. Una vez quise comprarte una figura de chocolate: tenía la forma de un vaso de café, como los de Starbucks que tanto te gustan, PERO me imaginé que en lugar de comerlo preferirías guardarlo un tiempo... y que a tu madre no le agrada que lleves ese tipo de obsequios, que te bombardea con preguntas sobre si tienes una relación con quien te da algo así y que te recuerda que no tienes permiso.

Tal vez por ello, caviló, fue que se negó a que le obsequiara una camisa polo que hicieron los de su generación en el último año de escuela? Estuve a punto de mandarla a hacer, en verdad me habría dado un gusto verle con ella puesta, pero cuando le anuncié mis intenciones y le pedí su talla, ella volvió con los mismos alegatos de siempre y como lo menos que quería era causarle problemas en casa... no la compré. La mejor versión de ti que no aceptaba regalitos me convenció.

Antes, continuó recordando, no era problema vernos porque asistíamos a la misma escuela. En ese entonces no advertí el problema de que NUNCA aceptara salir a pasear, ir al cine o al teatro, no digamos a mi club porque "no le daban permiso". Me agradó su honestidad al no mentir a sus padres y respetarlos... pero debí sospechar que mas tarde eso nos traería problemas, sobre todo cuando quise inscribirle a mi club, ir a su casa, presentarme y hablar con sus padres. La angustia con que se negó, afirmando que no solo no la dejarían sino que le traería complicaciones con su familia hicieron que desechara mi intención. Nuevamente la mejor versión de ti, la que se negó siempre a aceptar mis invitaciones a salir juntos, a vernos, ganó.

Si, se dijo mientras suspiraba fuertemente, nos vimos un par de veces, lo reconozco, fueron momentos felices para mí, pero creo que nunca fue suficiente ni era ella consciente del peso que sus negativas tuvieron en mi y en la confianza mutua. Es claro hoy que sus formas de comunicación no son las mismas que las mías. Nunca supo cuantos estrenos cinematográficos me vi asistiendo con ella... y cuanta decepción produjo sus "no me dejan". Yo, la persona equivocada o peor versión para ella, tú elijes, en un intento mas de verla como creo debe ser, le sugerí que mi madre se presentara con la suya para que me conocieran, también a mi familia y comprobaran que no había malas intenciones, pero su mejor versión... se negó, otra vez...

¡Ah! Y no olvidemos, se dijo con vehemencia, aquella vez en que mi nuevo mejor amigo quien tenía una relación con una de mis mejores amigas un día de finales de octubre... le robó un beso. Otra vez pasó y la mejor versión de ella no lo empujó, no le propinó una cachetada o al menos le gritó una "mentada". Con el tipo perdí la amistad, lo que pasaría después con mi amiga quien tenía motivos para disgustarse y nunca aceptó que le defendiera en esta situación. Pues si, mi peor versión es la persona equivocada para ella, sonrió con sarcasmo.

Mientras tanto, continuó reflexionando, hace tiempo que la mejor versión de ti dejó de aparecer en mis redes sociales. Si, argumentas que yo dejé de hacerlo, pero parece que se te olvidó aquella lejana vez en que subiste una foto en la que aparecíamos juntos los dos y que tuviste que quitar porque ¿qué mas? te trajo problemas con tu familia. Fue en un período vacacional en que además estabas tensa porque tenían que arreglar un desperfecto en tu casa, creo que en la cocina y por una fuga en un tubo, me parece. Sabías que desde ese entonces traté de pasar desapercibido de tus redes y dejé de compartirte cosas e incluso de likear, para evitarte tensión en tu casa.

SI, hace poco, después de que hablamos de ello, intenté retomar mi presencia en tus redes, pero sucedió que no aparecían la mayoría de tus publicaciones en mi inicio. Supongo que el algoritmo de la red social consideraba que eras una nueva amiga y no te daba el espacio que si a otros amigos mas antiguos y con mas interacción, quizás las horas en que publicabas no coincidían cuando me conectaba, o simplemente mala suerte, pero el caso es que "no te veía" y para hacerlo entraba a tu perfil, generalmente en la noche y veía lo que posteaste.

Algunas fotos les di like, inclusive algún me encanta, pero confieso no me gustaba hacerlo horas después cuando ya todos los tiburones que tu ves como tus "amigos" se habían manifestado no solo con una reacción, sino con algún comentario adicionado con emoticonos... y tus contestaciones agradeciendo sus galanteos no fueron bienvenidas. Mea culpa, alguien de mi pasado me la aplicó así y esta vez sin sarcasmo, la peor versión de mi lo tomó mal.

¿Cuando se puso peor esto? reflexionó, y se dijo: Cuando fue evidente que ella no interactuaba mas conmigo, pero si lo hacía con otros, likeando al por mayor publicaciones en mi óptica simples o a fotos intrascendentes. Y si, fue mi culpa por no demandarle se esforzara en vernos o que entendiera el peso de lo que sus acciones terminaron provocando en mi.

Se alejó de la laptop pues ya era la madrugada de un nuevo día y los ojos le ardían. Me pregunto, se dijo, cual sería la reacción de su nueva "persona correcta" si sus mejores amigos le robaran un beso a ella, si tuviera que cambiarse de Unidad Docente, no le viera cotidianamente y le saliera con su "no me dejan" cada vez que le invitara a salir, o que le dejara de likear... o le dejara por meses sin contestar sus mensajes.

Al final, terminó diciéndose, la mejor versión de ella nunca aceptó salir, ni vio mis esfuerzos por hacerlo, me ignoró, me silenció y se fue sin un adiós, mucho menos una explicación... Después de todo, sonrió con tristeza, algo de razón tienes: alguno de los dos no fue la persona correcta. No importa ya quien, sino que permita al otro continuar su vida, dejándole ir y recordándole sin rencores...

... y sin mensajes sorpresa no pedidos, se dijo con una triste sonrisa al tiempo en que cerraba su computadora portátil mientras intentaba dormir y tener algo de descanso en las pocas horas que le quedaban antes de que sonara la alarma...

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