Cuando alguien te odia y no has dado motivos, la explicación es fácil: Tiene una baja autoestima que la hace ser criticona y hasta metiche; manifestando en todos sus bajos comentarios una envidia por lo que no tiene o no puede llegar a ser. Se comportan como enemigos del éxito ajeno quienes no saben aceptar la felicidad de los demás.
Ante todo, recuerda que tú no tienes la culpa, es un problema de la otra persona.
Mantén tu distancia con las personas envidiosas y no respondas a los comentarios negativos.
Y sobre todo, no dejes que ese tipo de personas infecten tu vida.