Cada que entro a twitter o al facebook me topo con frases que de tanto que las comparten se te hacen conocidas y casi te las aprendes. Una de ellas es: "A la novia se le quiere. A la zorra se le bloquea. A las "amigas" se les habla claro. A las desconocidas se les ignora"
Cuando las leo, se me forma una imagen mental de quienes le dieron RT, la compartieron o simplemente copiaron y pegaron, casi sin necesidad de ver la foto de perfil de quien lo publicó: Una chica, adolescente, que está empezando en esos de las lides del amor y por ello con falta de experiencia y sobre todo, de madurez emocional, posiblemente con una baja autoestima. ¿Un poco duro el juicio? Tal vez no tanto.
La frase en cuestión lleva una dosis de amenaza y sentido de pertenencia llevada a la exclusividad: Novio, no puedes tener amistades del sexo opuesto. Entiendo, sobre todo en las primeras relaciones, esa idea de que el amor "será para siempre" y que por ello se pueda desarrollar un miedo a perderlo. Pero eso no es amor, es enamoramiento.
El enamoramiento obedece solo al "corazón", es decir al sentimiento... y en muchas ocasiones ni eso, solo a la emoción. El amor por supuesto que está unido al sentimiento, pero también a la razón; eso hace una gran diferencia.
El amor tiene por consecuencia una relación saludable, en el que se piensa y se toman decisiones pensando en el nosotros. El enamoramiento es una relación demandante en que las partes piensan en el "YO". En el amor hay sinceridad y confianza, en el enamoramiento hay celos que dan lugar a ideas falsas o distorsionadas del papel de la pareja y de lo que debe ser su conducta, como la frase por la que inicié esta publicación, en la que se demanda una casi exclusividad respecto a relacionarse con personas del sexo opuesto, lo que en frío es una barbaridad casi imposible de cumplir.
En mi perspectiva, cuando alguien exige algo así, es de prenderse una señal de alarma:
- O se trata de alguien inexperto o inmaduro para afrontar que la pareja, por mucho amor que haya, debe tener su propio espacio personal, sus propias relaciones e incluso sus propios secretos.
- O se trata de alguien que elabora ese escenario de victimizarse ante una posible infidelidad porque sabe de ello, lo ha hecho o es capaz de hacerlo.
Pues, volteando la premisa de marras, ¿No debería la fémina que enarbola la citada frase dejar de hablarse con aquellos varones que den señales de un interés inusual o abiertamente romántico? Evidentemente si, mas difícilmente pasará. Estoy segurísimo que la dama en cuestión te dirá algo como: - Eso es diferente, el solo es mi amigo y así me llevo con él.
Esa frase me la empujó una ex novia que manifestó unos celos enfermizos, falta de sinceridad y comunicación además de un agudo sentido de maldad, aunque suene algo exagerado. Lo de maldad lo comento ya que frente a mi idea (o tal vez ingenua esperanza) de que el noviazgo se podría salvar, ella en lugar de buscar reestablecer esa relación que alguna vez dijo "no tiene final", propició mayores desencuentros y daño al dejarse abrazar por otros chicos en el colegio mientras me dejaba de hablar, se reía ostensiblemente de las bromas mala leche de sus amigas respecto a que si le iba a hacer caso a tal o cual pretendiente, me canceló citas ya acordadas para salir con otros tipos y cuando era evidente que no le interesaba la relación y terminar era lo mas saludable, me daba esperanzas hablándome por chat o SMS e incluso soltándome un "Te amo".
Si ya sé que se ve mal y antes de que pienses peor de esa chica, te diré que su comportamiento, aunque fue inmaduro, desleal e infantil tenía un motivo, injusto, pero motivo al fin: Cometí el error de visitar, sin decirle, a una buena amiga a su casa (en la que siempre estaba su madre y su hermana) con la salvedad de que esta amiga había sido mi "novia" de MSN, una relación más de broma que platónica entre dos buenos amigos. Y sí, nunca la consideré como una novia real ni formal, nunca salimos como "novios" realmente, pero el inconsciente de mi entonces real novia la veía como un "peligro" y nunca pudo recuperarse de eso. Mi novia tenía una enorme, gran e inmensa... certeza de que tarde o temprano le traicionaría o que regresaría con mi amiga. Su "sospechosismo" fue mayor que "el amor" que decía tener.
Con esa gran desconfianza y celos la relación se cayó en pedazos rápidamente, aunado a su falta de sinceridad y comunicación, ya que siempre que le preguntaba porque estaba molesta recibía un "por nada" o "estamos bien", hasta el próximo arranque de ella. Tarde entendí que su comportamiento era irracional, inmaduro... y bastante normal y común en las chicas adolescentes quienes (como los varones) no han desarrollado totalmente la corteza prefontral a esa edad. Si te has preguntado porque los adolescentes son propensos a tomar malas decisiones, te comento que las facultades mentales que dependen de esa área del cerebro son:
- la capacidad para controlar los impulsos instintivos,
- la toma de decisiones,
- la planificación y anticipación del futuro,
- el control atencional,
- la capacidad para realizar varias tareas a la vez,
- la organización temporal de la conducta,
- el sentido de la responsabilidad hacia sí mismo y los demás o la capacidad empática.
Evidentemente, si la corteza prefrontal no ha madurado por completo al inicio de la adolescencia es de esperarse que las facultades que dependen de ella presenten algunas limitaciones. En este contexto, como novios adolescentes, es fácil dejarse llevar por ideas irracionales que nos hagan tomar decisiones inadecuadas en un momento dado.
Como ves, ya me he tenido que ver con esa frase, y otras parecidas, sufrido de algunas situaciones injustas, aprendido de ellas, tratando de superarlas y superarme. Por ello te comparte el link a un interesante artículo sobre los celos, a fin de que identifiques si lo que sientes o siente tu pareja son celos enfermizos y puedan hacer algo oportuno y práctico.
Y espero que, como yo, hayas entendido que hay condiciones biológicas, ademas de las emocionales y de entorno familiar y educativo que hacen que como jóvenes cometamos tantos errores, en las relaciones de pareja y en la vida. De hecho, hay estudios que indican que la corteza prefrontral termina de desarrollarse al inicio de la tercer década de vida. Y sobre todo, nunca olvides que confiar en tu pareja implica actuar y comunicarte con ella sin miedo, con la idea siempre en el "nosotros" esto es, buscar lo mejor para ambos sin entrar en una competencia por el control o la sumisión del otro.